¿Por qué mi lavadora dejó de centrifugar?

Cuando una lavadora deja de centrifugar (o como decimos en Puerto Rico, deja de exprimir, o no dar vuelta), el problema puede ir desde algo muy simple hasta una falla mecánica o electrónica más seria.

A veces basta con redistribuir la ropa dentro del tambor, pero en otros casos la solución requiere la intervención de un técnico especializado.

Causas comunes y cómo resolverlo

Entender las causas más frecuentes te ayudará a actuar rápido y evitar daños mayores en tu equipo.

Problemas con la carga: la causa más común

Una de las razones más habituales por las que la lavadora no centrifuga es una carga desbalanceada. Cuando la ropa se concentra de un solo lado o se enreda, la lavadora se detiene como medida de seguridad para evitar vibraciones excesivas.También puede ocurrir lo contrario: una sobrecarga impide que el tambor gire con la fuerza necesaria.

En estos casos, la solución es sencilla: abrir la lavadora, redistribuir las prendas o reducir la cantidad de ropa. Una vez equilibrada, el ciclo suele continuar sin problemas.

Fallas en la tapa o en el seguro de la puerta

Las lavadoras modernas incluyen un sistema de bloqueo que impide el centrifugado si la puerta no está bien cerrada. Con el tiempo, este seguro puede fallar o desgastarse.

Una señal clara es cuando se escucha el motor intentando trabajar, pero el tambor permanece inmóvil.

Si el seguro está dañado, será necesario reemplazarlo para que la máquina pueda comenzar/completar sus ciclos.

Correa desgastada o rota

En muchos modelos, el tambor se mueve gracias a una correa conectada al motor. Si esta banda se estira, se rompe o se suelta, el motor funcionará pero el tambor no girará.

Este tipo de problema requiere reemplazo de la correa, una tarea que debe ser realizada por un técnico para asegurar que quede tensada y alineada correctamente.

Problemas con la bomba de drenaje

Si la lavadora no elimina el agua correctamente, el ciclo de centrifugado no se activará. Esto suele ocurrir cuando el filtro está obstruido por pelusa, monedas, botones u otros objetos. En ocasiones, la bomba puede dañarse por el uso.

Cuando la ropa queda empapada y se observa agua acumulada dentro del tambor, lo primero es limpiar el filtro de drenaje. Si el problema persiste, la bomba podría requerir reparación o sustitución.

Motor o capacitor defectuoso

El motor es una de las piezas esenciales para que la lavadora pueda girar. Si falla, o si el capacitor encargado de ayudarlo a arrancar deja de funcionar, la máquina emitirá un zumbido fuerte sin mover el tambor.

Este tipo de falla requiere un diagnóstico profesional, ya que involucra componentes eléctricos delicados.

Fallas electrónicas en la placa de control

Las lavadoras digitales dependen de una placa electrónica para coordinar cada ciclo. Si este módulo se daña, la máquina puede quedarse “congelada” en el proceso de centrifugado o no iniciarlo.

Este problema debe ser revisado por un especialista, ya que las placas son componentes sensibles que requieren herramientas y conocimiento técnico para su reparación o reemplazo.

Cómo prevenir que la lavadora deje de centrifugar

Aunque algunas fallas son inevitables por desgaste natural, muchas pueden prevenirse con hábitos sencillos:

• Evita sobrecargar la máquina.

• Utiliza detergente en la cantidad recomendada.

• Limpia los filtros y la goma de la puerta regularmente.

• Programa un mantenimiento preventivo al menos una vez al año.

Estos cuidados prolongan la vida útil de tu lavadora y reducen el riesgo de fallas sorpresivas.

Cuando la lavadora sigue sin centrifugar

Que tu lavadora no centrifugue no siempre significa un daño grave, pero sí es una señal de que algo no está funcionando correctamente. Algunos casos se solucionan en minutos; otros requieren revisar piezas internas que solo un técnico experimentado puede evaluar con precisión.

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